sábado, 12 de febrero de 2011

Es sábado a medianoche y...

Me duele el extrañarte, me calaste hondo, me golpeaste fuerte. Pero también me hace feliz el amarte. Y el saber que eres recíproco. Y todos los momentos que, aunque breves, y dispersos, se han ido acumulando para lograr llenar la memoria de recuerdos. Recuerdos que generan expectativas, pero que a la vez me hacen poner los pies en la tierra y darme cuenta que muy probablemente las cosas no puedan ser como queremos. Tienes a alguien, y por más que sé que no es lo correcto, no disminuye mi amor por ti. Trato de no sentir celos, porque a fin de cuentas no me perteneces. El cariño, el respeto, la gratitud...todo ello lo tienes ya, sea que elijas estar a mi lado o no. Igual y más adelante nuestros respectivos planes nos alejen el uno del otro. Como sea, me alegraré de saber que has logrado tus planes y que tienes a tu lado a alguien que te ame por tu gran calidad como persona. Mientras tanto, sigo queriéndote. Como desde el inicio.

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