miércoles, 28 de septiembre de 2011

Henrique....Buuuuuueeeeenooooo.

Cara de "yo no fui", cuerpo de "sí, fui yo ¿y qué?". Realmente no sé quién sea. La fuente sólo menciona que es brasileño, modelo (a todas luces) y que esta es una sesión que hizo para cierta revista de su país natal. ¿Qué importa eso? Con lo bien que le hace honor al apellido =P
No cabe duda que, en Brasil, las cosas se dan en abundancia. Por algo ya dije que quiero irme a hacer el doctorado allá, jeje.



  








martes, 27 de septiembre de 2011

Pavarotti alguna vez cantó lo siguiente:

Dice che il fiume trova la via al mare
E come il fiume, giungerai a me
Oltre i confini e le terre assetate
Dice che come il fiume
Come il fiume, l´amore giungera
L´amore
E non so piu pregare
E nell´amore non so piu sperare
E quell´amore non so piu aspettare.

Parte de esa canción llamada "Miss Sarajevo", de 1995. Ya traducido, el fragmento diría:

Dicen que el río encuentra el camino al mar
Y como el río, llegarás a mí
Más allá de fronteras y de tierras desoladas
Dicen que como el río
Como el río, el amor llegará
El amor
Y no sé cómo rezar más
Y, enamorado, no sé cómo esperar más
Y por ese amor no sé cómo esperar más.



lunes, 26 de septiembre de 2011

Y aun estando muy allá, siempre nos queremos...

Ely Guerra estuvo en concierto el pasado viernes en Monterrey. Y, entre todo su repertorio, cantó "Colmena", de su disco de 2010 "Hombre Invisible". Sin duda, una de las canciones que más me gustan y con la que más me identifico. Es sobre la nostalgia de saberse lejos, pero al fin queriendo a esa persona. Y sabiendo que el sentimiento es mutuo.

Frente a mí
Tú de mí muy cerca
Me gustó
Me sentí completa

Sonreí
Yo hice que lo hicieras sin querer
El amor se entrega....

Fuiste como un sol
Una cosa bella
Un suspiro en mi interior
Con aroma a menta
Un nuevo color
Fuiste una colmena
El deseo de un amor
Que me tiene alerta

Y hoy que puedo bien cuidarte
Esos sueños....
Esos que sueñas
Cuando tú y yo
Ya nos amamos
Ya nos amamos más
Ya nos vemos lejos
Y aun estando muy allá
Siempre nos queremos
Siempre nos queremos
Es mi cielo
Es como ir al cielo

Frente a mí
Tú de mí muy cerca
No necesito más...

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Crónica de una muerte (chiquita) anunciada.

No te conozco, pero me atraes.
Cierra la puerta y ponle seguro, ¿prefieres la persiana abajo o la dejamos tal cual?
Por cierto....ese perfume tuyo...
Primer beso. Nada espectacular. Tendré que enseñarte cómo me gusta.
Ok, algo de lengua. Solamente no exageres.
Respiración agitada, pero acompasada. No sólo la tuya, también la mía.
Un beso de prueba....más de esto y menos de aquello.
Vaya...rectificas rápido.
Tus manos en mi espalda, las mías en tu...¿puedo decirlo?
Es muy evidente que no te molesta. El bulto en tu pantalón me lo dice elocuentemente.
Desabotonar, apartar tela de más, zippers que se van abajo. Todo en rápida sucesión.
La cama es buen lugar pero....¿qué tal primero el sofá?
¿Que la mesa de la cocina?....bueno.
Qué bien nos vemos juntos. Si no me crees, mira en el espejo.
Esperaría tu respuesta verbal. Pero sé que es de mala educación que hables con la boca llena.
70 - 1.
¿Que qué? ¿Rimmel? ¬¬....aaaaaaaaaah, ¡¡rimming!!
Aquí hay física, química y hasta matemáticas sexuales =P
Acuérdate: sin globos no hay fiesta.
Te presento al señor Lubricante.
¿Que en qué posición? ¡¡En TODAS!!
Que no te dé pena. Puedes pasar a jugar en el backyard (if you know what I mean).
No son quejas. Son quejidos.
Y por lo visto, perdón, por lo oído, tú tampoco tienes queja alguna.
Arriba, abajo, de lado, de pie, sentados....
¿Cuánto tiempo ha pasado? No lo sé, pero continúa.
¿Que si me gusta? ¡¡Mira mi expresión!! =P
 Don´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstopDon´tstop.......
¡¡Éeeeeeeeexitooooooooooooooooooo!!
Ese cambio en la expresión de tu cara me hace pensar que....
Sí, que eres bien-venido.
Respiración agitada, sudor profuso, ritmo cardiaco acelerado... desplome de un cuerpo sobre el otro. Subsecuente estado de relajación.
¿Cómo dijiste que te llamas?.....





sábado, 17 de septiembre de 2011

Cena romántica.

Que si la comida, que si la puntualidad, que si en casa, que si en restaurant, que si cómo iré vestido, que si de qué platicaremos, que si hay que ser detallista....lo cierto es que muchas veces el hecho de tener, ya no una cita informal, sino una cena (con todo el peso de la palabra) romántica es toda una lista de puntos que muchos tratan de cumplir a carta cabal. Otros tantos son más light y se ocupan más de la convivencia en sí. Pero sabemos (o al menos así nos han hecho creer) que el conjunto de todos esos factores son los que determinan el éxito (o fracaso) de un evento de esa naturaleza con nuestr@ prospect@. Y puede que sea cierto. Digo, si combinamos un buen platillo, la atmósfera adecuada y el encanto personal de cada quien, es muy probable que la ocasión sea memorable (ojo: lo que pase al final de la misma es responsabilidad del consumidor).
En mi caso, no he tenido aun una experiencia tal, así que no podría platicar alguna anécdota. Pero estoy seguro que más de uno de ustedes sí ha pasado por ello y le ha sido grato ¿qué les funcionó? ¿cuáles son los "sí" y los "no mames, no hagas eso" de una cena en pareja?

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Soy un cursi...

Pero no encontraba otra forma de decirlo sin que me ganara la emoción =)

                                  



lunes, 12 de septiembre de 2011

El paso de los años.

A paso lento, la pareja camina por la acera de la amplia avenida de esa ciudad....Algunos voltean a verlos. La mayoría tal vez no repara demasiado tiempo en ellos. Otros, en cambio, muestran reacciones diversas. En algunos suscitan cierta ternura, en otros extrañeza, en otros simplemente burla y otros tantos (afortunadamente los menos) un abierto rechazo. Que dos ancianos se besen en la vía pública, a estas alturas del siglo XXI, aun provoca conflicto en las mentes moralinas de muchos. Que los dos ancianos besándose sean hombres raya, para algunos, en lo inaceptable.
Han sido más de 30 años los que llevan conviviendo juntos. Los vecinos cuchichean por lo bajo. Hacen referencia a ellos diciendo que "son amigos de atrás tiempo", aunque entre ellos son simplemente "dos jotos arrugados". La pareja permanece inmutable, indiferente, ante las reacciones de la gente que los ve pasar, de la mano, todos los días por esa misma acera.
Muchas han sido las cosas que tuvieron que pasar para llegar a donde están. La carga de prejuicios y discriminación que en sus años de juventud existía. Los celos de uno, las aventuras del otro. Los caminos que, en un principio parecían diverger y que, con el paso del tiempo, convergieron. Y cuando se juntaron, fue para ya no separarse.
Habían pasado ya esa etapa de buscar en otras personas lo que bien encontraban entre ellos dos. Cuando pasa el desenfreno sexual, pero queda el sentimiento recíproco sobre el cual se fundamenta esa relación, entonces podría decirse que habían obtenido lo esencial. No era por acostumbrarse el uno al otro el hecho de que no buscaran en alguien más lo que podría hacerles falta, era porque no necesitaban más de lo que se daban mutuamente. Y así, aprendieron a sentirse felices uno en compañía del otro, durante todo ese tiempo.
Y si bien el vigor sexual tenía mucho que se había ido, quedaba algo en ellos que es tal vez mucho más importante. Aquello que acostumbramos llamar "amor". Y nadie, absolutamente nadie, podría arrebatarles ese logro. Y es así como, todos los días, la pareja pasaba caminando lentamente por esa avenida y se perdía al doblar la siguiente cuadra.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Asumiendo riesgos.

Después de una larga ausencia, fui. Nos vimos. Fuimos el uno del otro. Con cariño y ciertas dosis de vehemencia. Surgieron mis dudas. De nuevo. No es tanto el miedo a enamorarme, dado que ya lo estoy de ti. Es el miedo a poner demasiada intensidad a este sentimiento, de tal forma que yo mismo me haga daño. Es el miedo a no volver a verte, aun cuando muchas veces me digo a mí mismo que debo estar listo para decir "adiós" si es necesario. Es el miedo a que no sientas lo mismo...
Y sin embargo, cualquier temor se desvanece al momento en que me dices "te quiero". Y es ahí cuando ya no me importa nada de lo anterior. Es cuando digo "vale, te he de querer aunque desconozca a dónde nos lleve este camino". No sé si esté haciendo bien o mal con esto. Lo único que sé es que no quiero dejarte pasar de largo. Si acierto o me equivoco, la responsabilidad será toda mía. Y asumo tal riesgo.