Hace un par de noches. Así, de la nada, apareciste en el sueño. Y juro que una sensación de felicidad me invadió todo el cuerpo. Volver a tenerte cerca, sentir tu abrazo, tu cabeza apoyada en mi hombro mientras mis manos acariciaban tu cabello. Sentir que fue un error el habernos despedido uno del otro. Dos palabras fueron pronunciadas: "¿Me perdonas?", acompañadas de una respuesta: "Te perdono".
Era tanto mi entusiasmo que fui donde mi mamá. Quería hablarle de ti, que te conociera. Te dije "espera un minuto". Fui por ella. Al llegar, ya no estabas. Te llamé, busqué desconcertado por todas partes. "Juro que aquí estaba" fue lo que le dije a mi mamá. Ella sólo se limitó a mirarme y me dijo, no sin cierta ternura: "Ay hijo, creo que sólo estaba en tu cabeza".
Y fue entonces cuando desperté....
2 comentarios:
Diablos.... es malo cuando hasta tu subconsiente te ataca.
Dejaré de cenar frijoles, para no tener esa clase de sueños, jejejeje. Saludos Alex!!
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